martes, 16 de enero de 2018

HARRY POTTER y la piedra filosofal - Los 10 MEJORES MOMENTOS | Mi reto de lectura: ENERO


Leer ha sido siempre una de mis grandes pasiones, desde pequeña. Recuerdo incluso que de pequeña, entrar en un supermercado tipo Carrefour y ver la enorme sección de libros infantiles era para mi más placentero que entrar en una tienda de golosinas. Podía perderme allí toda mi vida. De hecho, lo más habitual cuando mi madre acudía conmigo a hacer la compra era que me dejara allí sola, sin miedo, porque sabía que no me movería de allí ni por todo el oro del mundo, terminara de comprar y volviera a recoger a una niña que se sentaba en el suelo para leer cualquier novedad en literatura infantil. 

Me imagino que los que pasearan por el centro comercial deberían mirarme como a un perro verde, pero la verdad es que no lo recuerdo, simplemente porque no importaban, yo vivía ajena a todo lo que no ocurriera entre las páginas de un libro. 

Tengo más anécdotas infantiles relacionadas, pero no estamos aquí para contarte mis batallitas. Te decía que me encanta leer, me apasiona, y, sin embargo, el ritmo de lectura que tenía ha ido en continuo descenso, año tras año. ¿Por qué? No lo sé. Quizás el tener menos tiempo, otras alternativas de ocio como el cine, la televisión, internet, series,... que también me encantan, pero sin darme cuenta han tendido a eclipsar a mis amados libros, han sido la causa. 



Pero ni he sido ni quiero ser nunca de esas personas que buscan excusas para abandonarlo todo, que llegan a olvidar aquello que les apasiona, consumidos por la rutina, y que finalmente terminan existiendo en lugar de viviendo, como dijo Oscar Wilde. 

Por eso escogí este reto, para obligarme a mí misma a no poner más excusas y volver a disfrutar de perderme en un libro. Y, por favor, siéntete libre de unirte al reto, me encantaría ver que más personas retoman actividades que habían dejado olvidadas y que les hacen felices

Y el primer libro escogido fue Harry Potter y la piedra filosofal. 




¿Por qué lo englobé en la categoría "Un libro que transcurra en una ciudad a la que quieras viajar"? Londres me gusta, quizás me gustaría más viajar a Hawaii, a Japón o a Italia, pero definitivamente está dentro de mi lista de viajes pendientes. Pero... ¡Hogwarts! En serio. Hogwarts es, con total seguridad, uno de los sitios en lo más alto de la lista. Y no creas que estoy loca. Puedo hacerlo y lo tengo que hacer alguna vez en mi vida.

¿Y por qué escogí precisamente este libro? Tengo que confesar que, aunque soy una fanática de Harry Potter, lo soy por las películas, no por los libros. Al menos no hasta ahora. Siempre he sido de comparar ambas versiones, pues si bien adoro la lectura, el cine no se queda atrás, pero no sé por qué nunca me había lanzado a leer la saga de J.K. Rowling. Y por ello, quería empezar por el principio, el primer libro de la saga. Y definitivamente me leeré los demás.

También tengo que añadir que la Harry Potter y la piedra filosofal es una de las películas, al menos que yo haya visto, que más respetan la historia del libro. Prácticamente no falta nada, está casi casi todo. Si bien es una película que refleja fielmente el libro, hay cosas que sólo un libro puede transmitirte, los pensamientos, emociones y sentimientos de un personaje, sus apreciaciones, lo que llamó su atención,... Por ello, aunque la película es maravillosa, no le quita valor a la obra escrita.


MI VALORACIÓN: 10/10 ★★★★★★★★★★

Tras leer el libro mi opinión general del mismo es muy positiva, tan positiva que, aunque soy muy de analizar "lo mejor y lo peor" en este caso no pude. No se sostenía este formato porque no encontraba fallos, es curioso. J.K. Rowling ha conseguido crear todo un mundo imaginario, con su forma de vida, su cultura, su historia y sus costumbres, en el que no hay una sola piedra fuera de su sitio y donde, por más que he buscado, no he encontrado ningún cabo suelto, ningún fallo o incoherencia. Es magistral. Es por esto, entre otras cosas, que si antes era fan de Hogwarts, ahora soy más que eso, soy SUPER ULTRA MEGA HIPER FAN!



De modo que, en lugar de eso, he decidido hacer un análisis de los 10 mejores momentos que nos ha dejado Harry Potter y la piedra filosofal ¿Me acompañas de vuelta a Hogwarts?

1. LAS BURLAS A LA FAMILIA DURSLEY



Harry Potter y la piedra filosofal (la película) se estrena en 2001. En ese entonces yo tenía 11 años, igual que Harry, y una de las cosas que en un principio más me hicieron reír fue la estupidez de los Dursley, especialmente de Dudley, y la manera en que finalmente Potter conseguía siempre burlarse de ellos. Creo que, incluso hoy en día, cualquier niño se reiría al ver a Dudley con un rabo de cerdo. Y, desde luego, yo me volví a reír al leer las locuras de estos tres.

2. LA CARTA DE HOGWARTS


¿Qué niño no ha soñado alguna vez, después de ver esta película o incluso leer la novela, con recibir un día cualquiera una carta de la Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería? Bueno, niños y no tan niños, porque yo aún sigo esperando la mía. Es especialmente emocionante esa escena en la que cientos de cartas entran enloquecidas en casa de los Dursley y cómo, a pesar de los intentos de esta despiadada familia por que Harry no reciba su carta, ésta siempre encuentra la manera de llegar a manos de su destinatario


3. GRINGOTTS Y EL CALLEJÓN DIAGON


El descubrimiento de Gringotts no es de lo más interesante, al menos a mi parecer, pero ata los cabos sueltos. Es decir, ¿de dónde iba a sacar un niño huérfano como Harry el dinero para su estancia en Hogwarts? Bueno, pues sus padres le han dejado una cuantiosa herencia, de manera que nos podemos despreocupar del tema del dinero, no es un problema en este caso. Además, aquí es cuando Hagrid recoge la piedra filosofal para llevarla a Hogwarts, lo que es una buena pista para que Harry, Ron y Hermione descubran finalmente qué es lo que se esconde en la escuela.

Sin embargo, adentrarse por primera vez en el callejón Diagon sí me parece un momento para recordar. Es la primera incursión de Harry en el mundo mágico (dejando aparte su visita a Gringotts) Es decir, imagínate la situación: un día cualquiera, así de repente, entrar en otro mundo, donde la gente no babea por el nuevo iPhone sino por la nueva escoba voladora, en el que brujas y magos van por las calles como si nada, y las tiendas no venden las cosas habituales, sino lechuzas, varitas mágicas o calderos para preparar pociones. Creo que es incluso más mágico imaginarlo mientras lees la novela que ver la película. Crear ese mundo en tu mente, con cada mínimo detalle, y sentirte libre para adentrarte en él. 


Y, hablando de varitas, otro momento para recordar es cuando Harry adquiere finalmente la suya. Curiosa coincidencia que de la cola de fénix que se empleó para realizar la varita de Harry sólo salieran dos plumas: una se empleó para la varita de Harry y la otra para la de Lord Voldemort

4. EL ANDÉN 9 Y 3/4 


Por supuesto, no esperarías entrar al mundo mágico cogiendo el autobús (o la guagua, como decimos aquí) No, Hogwarts es el hogar de la magia y por eso se va un tren que debes coger en el andén 9 y 3/4.

Me pregunto si habrá gente que ha intentado acceder al andén 9 y 3/4 en la vida real. Seguro que sí.

5. EL SOMBRERO SELECCIONADOR


La primera gran prueba que pasas al acceder a Hogwarts es enfrentarte al Sombrero Seleccionador, que te adjudicará una casa de Hogwarts (Gryffindor, Slytherin, Ravenclaw o Hufflepuff) Esta será tu casa durante todos tus años en Hogwarts. Sus triunfos serán tus triunfos y sus fracasos, tus fracasos. 

Bien, quizás esta sea una de las pocas cosas que no me gustan del libro y/o de la película. Creo que en el tema de las casas existe demasiado favoritismo y se tiende a orientar al lector de forma sutil (o no tan sutil para mi gusto) hacia Gryffindor, inculcando a la vez un desprecio hacia Slytherin, como si nada bueno pudiera salir de ellos. Además, mientras se focaliza la atención en estas dos casas, los buenos de Gryffindor y los malos de Slytherin, se tiende a obviar completamente a Hufflepuff y Ravenclaw, ellos no son buenos ni malos, simplemente no importan, son casas secundarias que poco pueden aportar y que no interesan.


Mal, muy mal. Fuera estereotipos. Ni Gryffindor es realmente mejor que las demás ni absolutamente todos los Slyhterin serán malvados, despiadados y egoístas. Y tanto Ravenclaw como Hufflepuff son casas con muchos magos brillantes y perfectamente capaces de hacer cosas extraordinarias

6. QUIDDITCH


Tengo que ser sincera, y la verdad es que el quidditch no me apasiona. Creo que si fuera a Hogwarts nunca me encontrarías jugando, sino entre el público. Pero sí que me resultó irónico pensar que la incorporación de Harry como buscador al equipo de quidditch se produjo antes de lo que estipulan las normas de Hogwarts debido a una metedura de pata de Draco Malfoy ¿Quién se ríe ahora, Malfoy?


También me gustó mucho el momento en el que todos creen que es Snape el que intenta que Harry se caiga de su escoba. Nadie podía imaginar que realmente Snape intentaba salvar a Harry en todo momento. Es curioso volver atrás cuando conoces quién es el verdadero aliado de Voldemort para darte cuenta de cómo todos lo pasaron por alto y, a la vez, de cómo se produjeron las casualidades necesarias para que éste no pudiera llevar a cabo su plan

7. HARRY, RON Y HERMIONE


Creo que Harry, Ron y Hermione hacen un grupo muy singular, pues los tres tienen personalidades muy marcadas y, sin embargo, muy diferentes. Pero, a pesar de estas diferencias, son un equipo magnífico. 

Otra de las cosas que me dio un poco de pena al principio es cómo Harry y especialmente Ron tratan a la pobre Hermione. Pero finalmente es el troll que se escapa en el colegio el que consigue unir a tres amigos que ya no se volverán a separar.


8. LOS REGALOS DE NAVIDAD

Si la Navidad ya de por sí es mágica, la Navidad en Hogwarts es un sueño. Una decoración que deja sin aliento y un banquete repleto de manjares. ¡Yo me apunto!


No sé si recordais que es la primera Navidad que Harry recibe regalos. Realmente es triste y a la vez hermoso ver su reacción al descubrir que también hay regalos para él.


 El primero es un suéter con su inicial que ha tejido la madre de Ron, la señora Weasley. De hecho, ha tejido uno para cada uno de sus hijos, y uno para Harry, ya que sabía que él no iba a recibir ningún regalo. 


Pero es que, además, recibe en forma de carta anónima un regalo único: ¡la capa de invisibilidad! Esta capa había pertenecido a su padre y más tarde descubriremos que verdaderamente fue Dumbledore quien hace que vuelva a manos de su heredero legítimo


Éste es definitivamente el regalo que quiero para mi próxima Navidad. Pero no para salvar Hogwarts... más bien para quedarme en una tienda de chuches una vez que cierren y ponerme morada. O para espiar a Adam Levine mientras se ducha. O mejor aún, para meternos yo y mi chico bajo la capa y colarnos en un avión rumbo al verdadero Hogwarts en Orlando... 
Y los sueños, sueños son

9. EL ESPEJO DE OESED


Me gusta mucho esta escena. En parte porque el espejo de Oesed es un objeto tan increíble como peligroso. Por otro lado, porque me encanta el papel que va a jugar este espejo en la historia de la piedra filosofal. Y, sobre todo, porque nos muestra a Dumbledore con toda su sabiduría, ingenio y perspicacia. 

Fue Dumbledore el que realizó el encantamiento que vincula al espejo de Oesed con la piedra filosofal, y es gracias a eso que Voldemort no pudo hacerse con ella. También fue Dumbledore quien regaló a Harry la capa de invisibilidad, de manera que supo perfectamente que era él quien visitaba el espejo de Oesed. Quizás por eso Dumbledore es el director de Hogwarts. Otros hubieran necesitado más pistas para resolver el misterio, pero él no. Bueno, por eso y porque es un pozo infinito de sabios consejos



10. EL RESCATE DE LA PIEDRA FILOSOFAL



Éste rescate de la piedra que emprenden Harry, Hermione y Ron me parece una trama magnífica. En serio, ¿cómo cabe tanta imaginación en la cabeza de J.K. Rowling? 

No sé si recordáis que la piedra filosofal estaba escondida en una serie de cámaras subterráneas, protegidas cada una por un encantamiento realizado por un profesor de Hogwarts



De este modo, la trampilla para acceder a las cámaras subterráneas estaba custodiado por Fluffy, el perro de tres cabezas que había traído Hagrid. El truco para esquivar al perro consistía en la música. El animal se dejaba dormir tan pronto como escuchara música y sería posible acceder a la trampilla



Pero Hagrid es una persona que no puede mantener la bocaza cerrada y, aunque afirmaba que sólo él y Dumbledore conocían el secreto para burlar a Fluffy, lo cierto es que se lo había contado a un extraño con el que entabló conversación una noche en un bar (la verdad es que no recuerdo si había sido en el Caldero Chorreante) Lo importante es que ése resultó ser, obviamente, Voldemort, que accedió a las cámaras subterráneas tocando un arpa. Harry, Ron y Hermione accedieron tocando la flauta



Al entrar por la trampilla, los chicos caen directamente a la prueba de la profesora Sprout, que, siendo maestra de Herbología, obviamente se decanta por una planta, en este caso el Lazo del Diablo. El Lazo del Diablo fue diseñado para atrapar y enredar a cualquier intruso. Si no se está familiarizado con la planta, ella lo puede estrangular hasta la muerte. La manera de librarse de la planta es relajarse o producir luz con la varita. Para pasar la trampa, Hermione usa un hechizo que crea un chorro de llamas azules.




Flitwick, el profesor de Encantamientos, fue el responsable de la siguiente prueba. Harry, Ron y Hermione creyeron inicialmente que se trataba de una sala llena de pájaros, pero no, eran llaves aladas. Una gran puerta de madera llevaba a la otra cámara. La puerta no se abría usando encantantamientos como Alohomora, sino que se necesitaba la llave correcta para pasar. Para hacer esto, había que usar una escoba y agarrar la llave correcta. Sin embargo, cuando se está volando sobre la escoba, las otras llaves trataban de atacar a los perseguidores.

Pero recordemos que Harry tenía un talento natural como buscador y fueron sus habilidades en quidditch las que determinaron su éxito en esta cámara. Consiguió atrapar la llave correcta y los tres pasaron a la siguiente cámara


No en vano la profesora McGonagall estuvo a punto de pertenecer a Ravenclaw, por ello su prueba es toda una oda a la inteligencia y la estategia. Una simple partida de ajedrez mágico. O casi, porque las piezas de ajedrez van armadas y es una partida a vida o muerte. Bueno, o casi también, ya que finalmente Ron es abatido y no termina muerto, por suerte. Pero es gracias a Weasley, su sacrificio y su afición al ajedrez mágico que consiguen pasar la prueba y acceder a la siguiente cámara


Éste es uno de los únicos fallos que encontré al analizar el libro, una incoherencia. ¿Me estás diciendo en serio que una persona tan inteligente como Albus Dumbledore no se dio cuenta de la ironía de que se escapara un troll teniendo en cuenta que éste era el mismo elemento que había escogido Quirrell para proteger la piedra filosofal? ¿No sospechó nada? Raro

Además, también es uno de los pocos fallos que tiene la película en relación con el libro, ya que tanto esta prueba como la próxima, la del profesor Snape, fueron eliminadas de la película. Es curioso porque son precisamente las pruebas de los dos principales sospechosos

La prueba del profesor Quirrell consistía en un troll de montaña que debía ser derrotado para poder pasar. Esta cámara tenía un olor terrible, y fue un gran alivio para Harry y Hermione no tener que estar allí mucho tiempo, ya que cuando Harry y Hermione llegaron allí, el troll ya había sido derrotado


El siguiente obstáculo era un enigma lógico, el que tenía que ser resuelto para poder avanzar, establecido por el profesor Snape. 

Al entrar en la cámara, la puerta por donde se entraba se bloqueaba por una llama de color púrpura. La otra puerta, que conducía a la la cámara donde estaba la Piedra Filosofal, estaba bloqueada por una llama color negro. En el centro, había una mesa con siete botellas de diversas formas. 

Cada botella contenía un líquido, pero las botellas no estaban etiquetadas cada una con su respectivo contenido. Tres eran veneno, dos contenían vino de ortiga, otra tenía una poción para atravesar con seguridad la llama negra, y la última contenía una poción que permitía el paso de nuevo a través de las llamas de color púrpura. El enigma, resuelto, revelaba el contenido de cada botella, y cuál era seguro beber para poder atravesar las llamas negras y las de color púrpura.

Es gracias a la lógica y la inteligencia de Hermione que pueden descifrar el acertijo. Harry se toma el líquido que le permite cruzar las llamas de color negro y acceder a la última cámara. Hermione decide tomarse la botella que le permitirá volver atrás para ayudar a Ron


La última prueba y desde luego la más difícil fue la escogida por Albus Dumbledore. Ya os dije antes que había usado para ello el espejo de Oesed. Para encontrar la piedra, la persona que la buscaba debía desear poseerla, mas nunca usarla. De esta manera, era prácticamente imposible que Voldemort pudiera llegar a robarla. Mirándose al espejo, siendo únicamente ponerla a salvo su deseo, Harry consigue que la piedra aparezca en su bolsillo. Ciertamente, algo tan ingenioso sólo podía provenir de Dumbledore.


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